martes, 10 de agosto de 2010

Skye II

Años después cuando vivía en Inglaterra, te vi reporteando la noticia del pequeño de 6 años que sabía tocar piano igual que un Mozart cualquiera, reí sabiendo que por fin habías aprendido a hablar inglés... No vi cuándo fue que te desocupaste y te quedaste mirándome desde el otro lado de la calle mientras yo entraba al edificio acompañada de mi sobrina para celebrar su cumpleaños número 5 junto a la familia y amigos. Todo iba bien, todos reían y disfrutaban el momento hasta que de pronto, entraste a la cafetería del edificio acompañado de algunos compañeros de trabajo tuyo, sonreí sinceramente mientras contestaba preguntas típicas de niños a mi sobrina. No supe en qué momento te acercaste tanto y comenzaste a juguetear con las niñas, hasta que de pronto quedamos solos al momento de cantarle el cumpleaños feliz a Madelaine, fue en ese momento cuando apagaron las luces en que temí que fueras a hacer algo por haberte abandonado así, pero sólo reaccioné cuando ya me besabas... Fue un beso corto, casto, pero dulce. La noche transcurrió así hasta que el frío nos corrió a todos, corrí hasta mi auto bajo la lluvia y sentí cuando golpeabas el vidrio del mismo, lo bajé y sentí el frío penetrar el espacio y en vez de dejarte hablar te pedí que subieras al auto, conduje por las encantadas calles hasta la residencia de mi hermana y mía. Allí hablamos de cosas banales y de cómo aprendiste a hablar inglés, jamás tocamos el tema de mi partida y entonces, lo supe... Nunca, jamás en mi vida pensé que un café recalentado pudiese quedar tan rico... después de unas horas :)

Que recordarás las Noches de Invierno por Madrid,
las Noches enteras sin dormir, la vida se pasa y yo me muero...
Me muero por ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario