martes, 17 de agosto de 2010

El cantar de mis Sentimientos

Un día hace muchos siglos atrás, existía un niño que criaba un dragón, éste levitaba alrededor del chico para pagar alimentación, refugio y hogar por protección y lealtad a quien un día le salvó la vida. El dragón tenía su cuerpo lleno de escamas, una especie de aletas en función de patas y manitas de color azul eléctrico, ese que dominaba las profundidades del bosque durante el Invierno. El chico tenía su pelo negro, corto casi rizado y en sus mejillas se dejaba notar sus cercanos 18 años, vestía una especie de ropa de combate de un tono blanco opaco.
Cierto día, mientras paseaba por el bosque rumano, lleno de Nieve, encontró una niña que vestía con colores violáceos un kimono que le llegaba hasta los tobillos y, se encontraron de frente, se encontraron sus miradas.

Frío.

¿Qué podía decir esa mirada? Llena de Hielo, profundamente sellada en el fondo del alma contra cualquier sentimiento cálido. Y ella definitivamente no quería volver a sentir frío de esa manera pero... Algo había en ese par de ojos que le miraban atentamente que ella no podía apartar sus ojos y era, segundo a segundo, más atraída hacia él hasta que notó la presencia del dragón que hacía como si abrigara al chico, rodeándole el cuerpo en el aire como siempre esperando pacientemente y, sin que ella lo notara, a atacar revoloteando por en derredor. No se sabe cuánto tiempo pasó, cuántos días sin Sol pasaron entre el espacio de nuestros pequeños, pero se dice que si vas al bosque, verás dos pequeños jugueteando con un dragón mientras la tormenta de nieve arrecia...

1 comentario:

  1. Hi ... Muy linda su historia... When I read things like these... I think I should improve my writing and make it more symbolic... Keep on the good work! (:

    ResponderBorrar